Idea Principal
El enfoque constructivista de la evaluación es más formativo que sumativo. Su propósito es mejorar la calidad del aprendizaje de los estudiantes, no proporcionar evidencia para evaluar o calificar a los estudiantes. La evaluación tiene que responder a las necesidades y características particulares de los profesores, estudiantes y contenidos científicos. La evaluación es específica del contexto: lo que funciona bien en una clase no necesariamente funcionará en otra. La evaluación es un proceso continuo. Los profesores reciben comentarios de los estudiantes sobre su aprendizaje. Luego, los maestros completan el ciclo proporcionando a los estudiantes comentarios sobre los resultados de la evaluación y sugerencias para mejorar el aprendizaje.
Objetivos Principales
En el contexto del enfoque constructivista, las evaluaciones deben medir el progreso de los estudiantes en el logro de los tres principales resultados de aprendizaje del enfoque constructivista: comprensión conceptual en ciencia, habilidades para realizar indagación científica y comprensión sobre indagación.
¿Cómo se usa? (entorno, grupos destinatarios, locales, instalaciones, etc.)
Todos los alumnos llegan a las tareas de aprendizaje con algunos conocimientos, sentimientos y habilidades relevantes. El aprendizaje significativo ocurre cuando los estudiantes buscan relacionar nuevos conceptos y proposiciones con conceptos y proposiciones relevantes existentes en su estructura cognitiva (Mintzes, Novak, Wandersee, 2000).
¿Cuándo, dónde y quién lo creó?
Tres constructos surgen de la literatura sobre el constructivismo y tienen implicaciones para el entorno de aprendizaje. Son (1) el aprendizaje es un proceso activo, (2) el alumno tiene conocimientos previos y (3) el alumno asume la responsabilidad de su propio aprendizaje (Yager, 1991; Cobb et al 1992, Magoon, 1977; Hewson & Hewson, 1988).